Mientras la profesora explicaba y miraba para otro sitio hablaba con Jenny sobre moda, ropa, accesorios y etcétera. Cuando terminé de hablar con ella faltaban 15 minutos para que terminase la clase. Empecé a poner la inicial de Ryan por todos, todos, mis apuntes, significaba que estaba enamorada de él hasta las trancas, no podía estar sin él ni un minuto más, sin oír su voz ni un simple segundo más. Le dije a la profe que iba al baño, llamé a Ryan y le dije:
-¿Donde estás mi vida?
-Estoy en mi casa, ¿porqué? ¿que pasa?
-Salgo a la 9:30 de clases, ven a verme y nos vamos ha dar un paseo tu y yo, los dos, cogidos de la mano.
-Vale. Pero, ¿hasta cuando te dejan?
-Hasta las 11:00 de la noche.
-Nos vemos, te quiero muchísimo, eres todo.
-Yo te quiero aún más Ryan, no lo olvides. - Y sonreí.
Colgué y entré a clase, a los 5 minutos, se acabaron las clases.
Salí y hay estaba Ryan esperándome con algo en la mano.
Fui corriendo hacia el y le besé. Un beso largo, pero muy corto para mí. El me dio la vuelta, abrió la caja que llevaba en sus manos y me dio la vuelta de nuevo. Era un aniño precioso, en el que él había grabado: I love you, R+E forever.
Me quedé patidifusa, boquiabierta. Aquel momento desearía que no hubiese pasado jamás. Fuimos y dimos un paseo. Cogidos de la mano, por la playa, bajo la luna llena. Era todo lo que podía pedir; La mejor noche, con el mejor chico y el mejor momento. Así paso una semana, mega enamorados. Todo pasó tan deprisa...
A la mañana siguiente, me levanté, desayuné, y me fui al instituto, llegué 15 minutos antes, para hablar con Devi. No era habitual que yo llegara tan pronto, siempre llegaba más tarde de lo normal. ¡Se lo conté todo en tan solo 15 minutos! Me miró con cara de dulzura. Me dijo que era precioso. Un cuento de hadas. Afirmé.
Me fui a mi casa. Abrí la puerta, y pregunté si había alguien en casa. Nadie contestó. Me senté en el sofá, y puse la Mtv. En unos 20 minutos alguien tocó a la puerta. Era un hombre que me traía un ramo de flores enorme. Flores de todo tipo, e todos los colores. Había más flores de color morado, mi favorito, que de otro color, ¿como lo sabía? Da igual, habría sido casualidad. Eran de Ryan. Eran realmente preciosas. Me emocioné y lloré un poco. El repartidor se fue. Yo puse las flores en mi habitación en un bonito jarrón que me compre hacía dos años y que aún estaba vacío, hasta entonces que coloqué aquel hermoso ramo de flores. Le mandé un mensaje y en él puse:
-Muchísimas gracias por el bonito ramo de flores que me has mandado cariño. Eres un cielo. Se me esta haciendo una eternidad desde que te besé hace una hora. Necesito otro beso tuyo. Eres mi existencia, nunca lo olvides, te quiero :)
A lo que él me contestó:
-No me des las gracias, tu te mereces eso y muchísimo más princesa. Mañana me pasaré todo el día contigo, nadie ni nada nos lo va ha impedir. Eres muchísimo más que mi vida, lo eres todo. Te amo.
No sabía que contestarle, imposible decirle algo más precioso de lo que me había dicho él. No le contesté. ¿Para qué, si el sabía que era mi vida?
Me senté de nuevo en el sofá y alguien me llamó. Cogí en teléfono y dije:
-¿Sí? ¿Quién es?
-Emily, soy Devi, ¿porqué no me has llamado esta tarde?
-¡Devi!, se me olvidó por completo, por que he estado con alguien... Mañana en el instituto te cuento. Te tengo que contar miles de cosas que me han pasado esta tarde. Esta tarde ha sido la mejor de mi vida, lo más maravilloso. ¿Y tú? ¿Porqué no me has llamado tú?
-Mañana creo yo que tenemos millones de cosas que contarnos diría yo... Ja ja ja - Dijo riendo, como si a ella también le hubiese pasado algo increíble.
-Bueno te dejo, que tengo que ir a clases de matemáticas, mañana nos vemos chica, un beso, te quiero - le dije con prisa, tenía clases a las 8 y ya eran la 7:45.
-Vale, adiós, hasta mañana, te quiero.
Por si no lo he dicho Devi es mi mejor amiga desde pequeñas, la conocí con 2 años en la guardería, es como una caja, guarda todos mis secretos, nunca me falla, le quiero muchísimo.
Me levanté deprisa, apagué la televisión y cogí todo lo que tenía que coger. Salí de casa y cerré la puerta y me asegure de cerrar la puerta bien. Corrí y eran las 8 en punto cuando llegué.
Me senté en una mesa junto a Jenny, otra amiga desde hace tiempo, le dí un beso y le pregunté que tal estaba. Empezó la clase.
Entramos en la cafetería, era la más cercana y mi favorita. Ryan cogió mesa para dos y pidió un helado de chocolate, yo, lo pedí de vainilla. De pronto le dije:
-Ryan, ¿me vas a contar porque te estás interesando ahora tanto por los estudios, o es que me has traído aquí por otra cosa? - Le pregunté extrañada y a la vez, confusa.
-Te he traído aquí mas bien por otra cosa, lo del estudio fue una excusa para que aceptases venir a tomar helado conmigo... - Respondió con vergüenza, con tono bajo y agachando la cabeza.
-¿Y porqué?
-Porque me gustas, ¿sabes? Llevas gustándome desde que llegué aquí, te miraba cuando no te dabas cuenta, y nunca dije nada a nadie. No quería que llegase a tus oídos que te quería, por miedo ha oír salir de tu boca que tú a mi no me querías. ¿Quererte? Siempre lo he hecho, cada vez más. No me preguntes el por qué, yo no lo sé.
- ... - Me quedé mirándolo con la boca abierta.
-¿Contenta? Lo necesitaba.
-¿Quieres que te diga una cosa?
-Dímela. No creo que quedes tan en ridículo como yo lo he hecho diciéndote esto que te he dicho..
-¿Y si te digo que me he meado encima, tampoco quedaría más en vergüenza que tú? - Dije bromeando.
-No, ¡ja, ja, ja, ja! - Rió a carcajadas.
-¿Y si te digo que te quiero desde el primer momento que te vi? ¿Que deseo que estemos juntos desde el momento que te conocí? ¿Que quiero pasar el resto de mis días junto a ti desde que oí tu voz? ¿Y que quiero que seas mi príncipe azul y yo tu dulce princesa desde que te miré a los ojos? - Dije.
No me arrepentía nada, me desahogué, y dije lo que realmente sentía y lo que nunca me atreví ha decir. Sin embargo el me miró estupefacto, no se lo creía.
-Vayámonos de aquí Emily, quiero estar a solas contigo.
Le dije que si, que sería lo mejor. Eran las 5 de la tarde.
Fuimos a un callejón sin salida en la calle de atrás de la cafetería. Él miraba mis labios con deseo de besarles, yo miré los suyo con ganas de saborearlos. Me miró a los ojos. Estábamos en silencio. Seguidamente, ¡ME BESÓ!
Nos pudimos tirar minutos besándonos, un beso seguido de otro, así hasta las 6:30 de la tarde. Se tubo que ir, se despidió con un beso y un abrazo y dijo:
-Te quiero, más que a todo. Y no hace falta que nos hayamos conocido antes, en apenas 3 meses me he dado cuenta de que eres lo más importante, algo imprescindible, más que los calzoncillos - Los dos reímos, me volvió ha besar.
-Adiós. Esta noche te mando un mensaje al móvil. Se te queda pequeña la frase te quiero.
Se fue y me quedé con ganas de seguir besándolo hasta altas horas de la noche, sin cansarme de aquellos maravillosos y carnosos labios. Él era la perfección en persona.
Bueno, para empezar, mi nombre es Emily y tengo 16 años. Ahora es verano. Vivo en Beverly Hills, California, y soy de estatura mediana, con pelo largo, liso y marrón claro. Visto de una manera a lo "Rapera". En verano casi siempre visto con pantalones cortos y anchos de distinto color cada día. Camiseta de manga grande con el mismo color que los zapatos que lleve pero distinto color al de mis pantalones, bueno, que me estoy enrollando mucho. A lo que iba: hace unos 3 meses aproximádamente conocí ha un chico que se llamaba Ryan. Iba a mi misma clase, aunque casi nunca hablabamos, por no decir nunca. Un día yo estaba sola y él se sentó a mi lado. Le pregunté:
-¿Ryan? ¿Qué quieres de mí? - Le dije con cara de listilla.
-Nada Emily, solo me he sentado aquí porque me apetece.
-Muy raro me parece. Sabiendo como eres, no lo veo normal.
-Tampoco creo que me conozcas tanto - Dijo en voz baja, casi susurrando.
-Bueno, me lo tomaré a buen rollo - Le dije disimulando que sabía que algo tramaba.
Esa misma tarde, me crucé con él en un parque y me preguntó:
-Emily, perdona, ¿me podrías dejar los apuntes de matemáticas? Es que se me han perdido y no los encuentro por ninguna parte - Dijo preocupado.
-Sí, toma, de todas formas tengo fotocopias hechas, pero, ¿desde cuando te interesas por los estudios? - Pregunté extrañada.
-Si me permites, te invito a un helado y te cuento la larga historia - Respondió con un tono bajo.
-Okey. Con mucho gusto - Y le dediqué una pequeña sonrisa.
Llegamos a la cafetería...
Soy una chica cualquiera que un día cualquiera decidió hacer esta historia, una historia cualquiera. Me apasiona el mundo de la fotografía, es mi mayor hobbie. Los Beatles? El mejor ritmo y sonido♪. Adicta a la risa porque me da lo que la vida me quita. Bailo y canto ha todas horas para desextresarme por la boca y por el cuerpo. I♥Convers. Y me gustan las personas con un alto nivel de alegría, simpatía y felicidad :] Gracias por leer mis historias, seguirme y hacerme esas queridas visitas(L);
